viernes, 26 de junio de 2015

El guardian del zafiro (segunda parte VIII)

Comenzaba a oscurecer y seguía caminando sin sentido ni dirección, estaba muy hambriento y cansado, estaba también ya algo alejado de la casa, así que decidí intentar descansar y comer algo, alcance a ver un tronco caído, la luna brillaba intensamente como un gran foco, saque la lámpara, revise si no había en el tronco algo como hormigas u otro tipo de animal, al notar que no, me senté, saque la comida que llevaba y comencé a ingerirla, sentía como si no hubiera comido nada en tres días, trate de comer despacio, tenía aún todos aquellos pensamientos mezclados en mi mente, después, tome un poco de agua, seguía pensando, guarde todo, puse la mochila a un lado de mi, todo estaba muy tranquilo, solo se percibían los ruidos de los animales nocturnos; mis ojos pesaban cada minuto más, yo trataba de mantenerme despierto, de pronto, entre los demás troncos de los árboles que estaban en pie y entre los matorrales comencé a ver a lo lejos algo extraño, mis ojos cansados me jugaban una broma seguramente, pude ver atravesar una mujer de atrás del árbol más lejano al siguiente, pero su silueta, brillaba un poco, tenía el cabello largo, paso de un lado a otro y se perdió, después otra, pero con cabello a los hombros, una más de cabello ondulado, eran cada una de las mujeres de las fotos, atravesaban, me miraban a lo lejos y desaparecían, casi escupo el ultimo bocado que tenia en la boca; sentí temor, pero también algo inexplicable, quizá de alguna manera me agradecían de haberlas liberado de alguna forma, porque no se mostraban agresivas, cuando hubieron pasado quizá todas, de los lados donde se habían ya perdido, se alzó sobre los árboles una luz mas grande y brillante, subió unos metros y se desvaneció totalmente, si no lo hubiera visto con mis propios ojos no lo hubiera creído, al mismo tiempo que desaparece esta luz, de la mochila sale una luminiscencia del color del zafiro y se apaga en el mismo instante como un flash fotográfico, juro, que olvide que tenía el recipiente de la comida en las manos y lo deje caer, ya no quise abrir la mochila, creía que me absorbería o algo así, me quede mirándola y después me acerque sigiloso y con cautela, la tome de nuevo y la colgué en una rama de un árbol, cercana a mi pero no directa, me volví a sentar y me quede dormido.



Totalmente Chica Verde ^.^
Por fin llegó el viernes ^.^ Saludos Francia y Alemania ¡Feliz inicio de fin de semana a todos! Un saludo en donde se encuentren, de nueva cuenta bienvenidos nuevos lectores, gracias.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Se aceptan solo comentarios constructivos. Los que sean ofensivos podrían ser eliminados.