lunes, 8 de junio de 2015

Él en mi vida (X)

Fue en esta misma plaza donde recuerdo entre otras cosas que terminamos un rally que se me ocurrió hacerle para sorprenderlo, lo hice correr por toda la ciudad encontrando pistas para encontrarme, naturalmente como yo lo esperaba, encontró casi todas y al final estando a unos metros de la plaza, me llamó por teléfono y le dije aquí estoy, lo que hacia todo aquello más divertido es que al encontrarme yo estaba disfrazada de algo que no esperaba, fue una aventura tan cardiaca como graciosa.

Con el paso del tiempo algo o alguien empezó a meterle en la cabeza ideas, pensó que me estaba haciendo dependiente de él y aunque siempre lo confundió, no había una dependencia en sí entre nosotros, sino amor, amor del que todos envidian del que todos necesitan, a él le daba miedo esto, después de que todo había sido amor libre, llegó a reprimir demasiado sus sentimientos, sabía que él sintió necesitarme en varias ocasiones y si, muchas veces le dije te necesito también, pero no por una dependencia en si, sino porque en realidad sentía necesitarlo, su abrazo, sus palabras para sentirme apoyada en alguien que creía en mi casi de la misma forma que yo misma creía en mi, necesitaba escuchar el latido de su corazón con sus palpitaciones tan armoniosas, necesitaba simplemente oler su perfume, solo eso, me transmitía muchísima paz; sabía perfectamente que no moriría sin él, pero saberlo cerca era una de las mayores satisfacciones de mi vida, complementaba mi alma perfectamente y podría decir que hasta llorar juntos era muy complaciente, saber el mismo sentimiento tanto en la alegría como en nuestras penas, encajábamos muy bien.
No sabía que le estaba sucediendo, no tenía ni la más remota idea, algo dentro de su mundo, lo estaba volviendo frío, estaba perdiendo su centro, se volvía aprendiz de un patán que lo manipulaba a su antojo y yo no me daba cuenta aún que esto sucedía.  

Y no diré que no, también muchos malentendidos entre nosotros, muchísimos, no siempre fue una linda historia, sobretodo porque a mi me gustaba escucharlo y a él le gustaba que hablara, mi lenguaje era distinto, a mi me gustaba hablar en otro sentido, me expresaba en forma distinta a todas las chicas que quizá antes había conocido, por eso no estaba acostumbrado a que yo actuara de manera distinta a como todas lo habían tratado antes, no se acostumbraba a que le pusiera toda la atención posible en silencio, y menos sabia que también todo eso se incrementaba porque me interesaba demasiado la forma en la que él hablaba, se movía, sonreía, todo era una combinación perfecta que extasiaba mis sentidos; jamás lo entendió, tal vez al día de hoy no lo pueda entender, y eso es algo que lastima hasta cierto punto.

Totalmente Chica Verde ^.^

Excelente inicio de semana, como cada dia les doy las gracias a todos por acompañarme y a ti que quizá llegaste aquí por error te doy la mas cordial bienvenida, gracias por sus minutos de compañía, que sea un grandioso día.

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