martes, 9 de junio de 2015

Él en mi vida (XIV)

Él cambiaba constantemente, a veces era muy tierno como al principio, a veces llorabamos juntos, a veces éramos los mejores amantes y a veces también me hizo muy evidente una especie de desprecio. Estaba pasando algo en mi y algo en él, estaban ocurriendo cosas que no entendía y que nadie me explicaba, sentía volverme loca.

Su madre, siempre hasta el último día me ofreció su amistad y me animó a hablar con ella, era una señora muy especial en mi vida también, llegue a apreciarla casi como a una madre, más sin embargo tampoco podía contarle un secreto más, no uno tan grande, aunque quisiera.

Hubo mil situaciones entre nosotros, paseos, cafés, planes que nunca se cumplieron, salidas aquí o allá y... También discusiones, casi siempre teníamos desacuerdos cada vez que volvía después de haberse marchado una temporada, pero esto no fue siempre, al principio, cuando se iba, nos manteníamos en constante comunicación, y cuando volvía eran unos reencuentros llenos de expresiones amorosas, de demostrar cuanto nos habíamos hecho falta y extrañado, después al pasar el tiempo, al fracaso inevitable de los planes de sus acompañantes, él fue cambiando, y llegaba mal, NUNCA ENTENDERÉ QUE ERA LO QUE LE PASABA cada vez que iba, pero solo puedo repetir como en un principio, parecía dos hombres encerrados en el mismo cuerpo, dos muy distintos en una lucha constante, su razonamiento estaba nublado y las ideas que en su viaje le metían, no podía o mejor dicho no quería acabar de entender que no eran del todo buenas.

Hubo muchos desacuerdos por esa causa, hubo muchas lagrimas de por medio, hubo muchas dudas de su parte, nunca de la mía, hasta que un día, me llego al trabajo con la noticia de que no quería más estar conmigo y que no era por mi; me mató esa noticia, perdí el aire, la concentración, el mundo se me vino abajo, porque yo pensé que todo estaba bien, que luchábamos juntos, y tenía fe en que así como yo, a pesar de las cosas difíciles que pasaban por nuestra historia, él tuviera el valor de querer salir adelante los dos, pero no fue así, me abandonó en el peor momento, cuando más lo necesité, y no podía creerlo; mi pensamiento se lleno de dudas y mis sentimientos desfallecían en un abrir y cerrar de ojos todo había cambiado, ese día casi me atropellan al volver a mi zona de trabajo y llore amargamente por mucho tiempo.

Totalmente Chica Verde ^.^

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