Y si creía que después de todo lo que dijo le ocultaría un secreto así, el que seguiré ocultando, tenía razón. Pero, tenía que convencerlo a toda costa de que nada sucedía y si era necesario mentir, incluso involucrar a terceros, tendría que hacerlo, tenía que convencerlo de que nada pasaba en mí, para que nuestra historia, por fin tuviera el punto final que él deseaba.
Aún así seguir amándolo, aunque de forma distinta se me volvió inevitable, tan inevitable que el viento corta sus recuerdos de mi mente, tan inevitable que lo siento unas veces dentro y otras fuera de mi corazón, me encontró calmada, cálida, así me conoció; y me dejó así, intranquila, cada día más fría, inevitable odiarlo, amarlo, inevitable acariciarlo y repudiarlo en el mismo instante.
Llegó, se tatuó en mí y se marchó sin más... Inevitable sentirlo en cada línea de mí, el lugar que habitó en mi vida se quiere esfumar, pero el mapa está en mi cuerpo, en su mente... Sólo se llena de polvo pero jamás desaparecerá... Dolor constante, terror inevitable de que vuelva a aparecer, de que quiera volver a dibujarlo en mí, en mí lastimada piel que como su propio arte hizo suya...
Desde mi punto de vista eso fue lo que él fue en mi vida, con más ramas en la historia, si me equivoque espero su perdón, pero repito, es mi punto de vista.
Hoy me reduzco a un recuerdo, a un adiós, a ver la calle vacía aún con tanta gente, a un "despierta ya, fue un sueño", el sueño más bello de mi vida y la pesadilla más grande también, me reduzco a mil preguntas sin respuestas.
Escribí las notas más bellas y alegres a su lado, también las más tristes y todas siguen y seguirán sonando desde las cuerdas de mi violín al interior de mi corazón.
Totalmente Chica Verde ^.^
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