lunes, 22 de junio de 2015

El guardián del zafiro (segunda parte VII)

Al hacer esto, sentí una paz absoluta, pero esto era raro porque no encontraba a Miranda por ningún lugar.
Unos minutos después comencé a preocuparme de nueva cuenta por Miranda, que para el caso, era a quien buscaba desde un principio, no sabia donde podía estar; aún no oscurecía así que tenía que ubicarla rápido para salir de ahí de una vez por todas, pero, ¿por donde empezaría? Miles de ideas pasaron por mi mente y después de todas, pensé, no hay nadie aquí, nadie, pero, en la cueva, al tocar el zafiro pude ver a Danirha, ¿y si lo tocó de nuevo? Podría quizá tener contacto con ella y preguntarle.


Busque el pañuelo en la mochila, lo extendí, ahí estaba el zafiro resplandeciente, cerré los ojos, respiré con temor lo más profundo que pude tres veces y acerque mi mano pensando en Miranda" esperando a que funcionará, únicamente mi dedo índice alcanzo a rozar el zafiro y en mi mente apareció la casa, me vi desde adentro bajando las escaleras, después virar hacia la mesita de la planta baja y revolver las fotografías; retiré mi mano, ahí debería haber alguna pista, guarde el zafiro, saque una botella de agua, le di un trago, volví a meterla y me colgué la mochila del brazo, camine hasta el frente de la casa y entré sintiendo un par de escalofríos mientras tragaba saliva, me dirigí exactamente a la mesita y revolví las fotos para ver que encontraba, las fotos que antes hube visto de la niña eran de Danirha, ahora lo podía confirmar, había otras de mujeres que como dije antes todas portaban el zafiro y nada más, no podía ser, escuche un silbido fuera de la casa, me tiré al piso, el silbido desapareció, mi corazón palpitaba a mil por hora, tras unos minutos, suspire de que no pasara nada, el polvo del piso que se levanto cuando me tire me hizo estornudar y cuando abrí los ojos, en el piso estaban un par de dibujos ya casi decolorándose, uno con una mujer muy parecida a Miranda, podría decir que era ella y otro que me dejó sorprendido, era mi casa; quizá era absurdo, pero creí y sentí que Miranda estaba en casa, pronto comenzaría a oscurecer, tenía que salir de ahí, sabía que si por alguna razón tenia que volver, llegaría, así, sin una mapa ni nada, estaba un tanto confundido, pero recordé también a mis padres y al de Miranda, tenían que saber de mi.


Me encontraba ante una difícil decisión, así que volví a mirar los dibujos, el rostro de Miranda parecía sonriente, no sabía si me estaba volviendo loco, pero decidí marcharme, tome los dibujos y los metí en la mochila, no sabía ni para donde, pero la primera vez tampoco, así que comencé a caminar lo más a prisa que pude.


Totalmente Chica Verde ^.^

Un saludo Polonia y gracias a todos por acompañarme.

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