martes, 9 de junio de 2015

Él en mi vida (XIII)

Después de eso no se que pasó, pues se marchó nuevamente, irse era siempre como su puerta de escape a cuando sentía inundar su existencia de este sentimiento, cuando se fue empezó a cambiar, tenía mil dudas, quizá entre ellas, que pasaría si yo hubiera quedado embarazada, a pesar de haber tomado una medida de peso para que eso no sucediera, se asustó, le daba miedo tomar un papel que le quedaba muy grande todavía o al menos eso es lo que me daba a entender a mi, era hasta cierto punto cobardía a crecer, para su suerte, no hubo embarazo nuevamente, aunque esto no lo hizo cambiar, ya habia un marcado distanciamiento de su parte y ahora las dudas me ahogaban a mi.

Su familia era exageradamente buena conmigo, o al menos así lo sentía yo, quizá era porqué en mi vida era poco el amor que recibí desde niña, por lo menos el que me demostraban y ellos, su familia eran muy cariñosos y atentos, una linda familia de la cual me siento muy honrada haber participado al menos un poco, siempre me recibieron de la mejor manera, su madre, llegó a ser una buena amiga para mi, alguien con quien me desahogue un par de veces, que me tendió su hombro en más de dos ocasiones para llorar mientras me consolaba, la mejor de las madres de los pocos novios que tuve, una verdadera amiga; su padre siempre tenia charlas serias, interesantes, me contaba también a veces de su vida, en ocasiones los temas con él se tornaban un tanto extraños, trataba de hacerme pensar en mil cosas en las que no estaba de acuerdo la mayoría de veces, y al final yo casi siempre trataba de desviar el tema cuando las cosas parecían ponerse tensas, porque mis argumentos quizá le molestarían y yo quería mantener una buena relación con él, cuando no era así, casi todo el tiempo yo hacia por comprender cada uno de sus puntos.

Jamás entendí que pasaba con uno de sus primos, al principio a mi me parecía un chico normal, pero, no era así, al menos a mi parecer, siempre aconsejándolo de nuevas cosas que este ya había probado y aprendido, cosas buenas, cosas malas a mi parecer, entre ellas, a embriagarse hasta perder el conocimiento, probar algunas sustancias, etc. haciéndolo entender que eso era "divertido" y siempre que convivían llegaba con la mente muy cambiada, me daba pánico cuando me decía: " iré a ver a mi primo" o " estoy con él", sabía perfectamente que sus encuentros no dejaban nada bueno, siempre volvía con ideas raras en la mente, no digo que todas malas algunas si fueron muy buenas, pero no entiendo bien, porque si él me decía que eran como hermanos, entonces, porque lo inducía a acciones nada benéficas para él y lo peor, a veces volvía tan cambiado que ni siquiera quería estar a mi lado, ni siquiera hablar, eso me asustaba más, yo le preguntaba que pasaba y siempre me decía que nada o que no quería hablar, se molestaba mucho de que lo cuestionara y ahí llegaba su típico "No me hagas pensar, no quiero hacerlo", nunca me dio una respuesta coherente.



Totalmente Chica Verde ^.^

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