Desperté mientras en el cristal de mi ventana se estremecían muriendo las gotas de una lluvia repentina, el sollozo del viento del norte había horas antes sacudido todo a su paso, el piso que se inundó de las hojas de los arboles y las piñas de los pinos, ahora estaba arrastrando todo eso con agua que desembocaba en las coladeras, pronto se tapaban una a una y seguían las hojas una pequeña corriente que se formaba cada vez más grande y que se podia apreciar a lo lejos hasta más allá de la casa de Jacinto.
Me gustaba como lucía el camino lleno de flores de colores y de hojas secas movidas al vaivén del agua, y la lluvia que se intensificaba un poco y después volvía a una brisa suave parecía seguir el ritmo de la música de piano que escuchaba Carmina.
Sebastián tomó su cámara y sacó varias fotografías de la escena que más tarde luciría en su próxima exposición; el sol aquella tarde pareció sentir celos porque de la nada salió a cuadro para posar en las fotografías, mostrando que la naturaleza es sabiamente hermosa y perfecta.
Totalmente Chica Verde ^.^
¡Linda tarde hermanos lectores! Gracias por su compañia una vez más ^.^ les envío saludos aquí disfrutando de una tardecita dormilona y fría. Abrazos mundo entero.