domingo, 6 de marzo de 2016

Moría.

Tuve mucho miedo al enterarme, no sabía como te lo iba a poder decir, las palabras no llegaban, el aire se me cortaba al pensar, una emoción desconocida se apodero de mí, no sabía porque tenía que ser justo en este momento, me parecía que hasta cierto punto no era verdad, que la vida me engañaba, pero, ahí estaba, daba muestras de que era cierto, y yo, yo no sabía como te lo diría, imaginaba mil formas en las que pudieras reaccionar, con enojo, silenciosamente, a gritos o simplemente de ninguna de las anteriores.

Estaba indecisa, se desataba una lucha entre decírtelo o no, lo cierto es que moría lentamente, moría, a cada segundo mi alma se marchitaba, se iba esfumando mi vida aunque tú te dieras cuenta; y no sabía si soportarías saberlo, si entristecerías y te quebrarías a mi lado, frente a mi o te ocultarías para desahogarte.

Pensaba noche y día a partir de ese momento, pensaba mucho y siempre llegaba a lo mismo... Debía dejarte libre, disfrutar tu vida, hacer historia con alguien más, alguien que pudiera verte envejecer, pero, ¿si tú no querías irte? Miles de vueltas daban mis pensamientos en mi cabeza, me acobardaba el decírtelo, ¿y si simplemente desaparecía? Probablemente sería peor; por semanas he buscado valor y hoy, esta noche, sabrás porque estoy distante, porque me alejo de tus caricias y de tus besos, todo se aclarará y las lagrimas que se deslizan en silencio por mis mejillas mientras duermes habrán valido la pena.

Totalmente Chica verde ^.^ 

¡Hermosa y bendecida noche! Gracias por estar aquí hermanos lectores, he tenido un mes difícil pero aquí estoy resurgiendo de vez en cuando siempre acordándome de ustedes, un abrazo enorme mundo entero ^.^

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Se aceptan solo comentarios constructivos. Los que sean ofensivos podrían ser eliminados.