Me dieron de alta aun estaba un poco débil pero ya podia moverme, nadie fue por mi, una trabajadora social me ayudo para que no se me cobrara nada, no traía ni dinero, ni identificación, nada.
Una vez que puse un pie fuera de aquel lugar, la trabajadora me dio instrucciones de como llegar hasta donde pudiera tomar un transporte que me llevara a casa, seguí al pie de la letra, el pequeño hospital estaba enmedio de una comunidad rural, caminé a paso lento hasta que pasó un taxy el cual abordé, me preguntó a donde me llevaría y me dijo que eso estaba muy lejos, contesté que no importaba; con el cuerpo cansado, ropa desgarrada un poco y aun temor de abordar con otro extraño, subí a la parte trasera, el chofer me miraba mientras me intentaba hacer charla, pero yo me mantuve en silencio casi todo el camino.
Al llegar a casa y ver el taxy estacionarse, mis padres salieron a prisa, mi madre traía lagrimas en los ojos y la angustia se notaba en la cara de mi padre quien rápidamente pago el servicio y me ayudo a salir y ponerme en pie.
— ¿Pero donde estuviste todo este tiempo hijo? ¿Y Miranda? — preguntó mi madre con voz quebrada mientras me abrazaba.
No pude resistir, también solté en llanto, estuvimos unos minutos ahí y después entramos a casa, les intente contar, pero no podía, la garganta se me cerraba de temor y de impotencia.
Mi padre me ayudó a llegar hasta mi habitación y me ayudo a recostarme, le dijo a mi madre que era mejor que me dejaran descansar y ella aun con dudas respetó lo que mi padre dispuso.
En mi mente una y otra vez se repetía lo mismo que en el hospital, no podía concebir mas de 2 horas de sueño y ahí estaba otra vez despertando con un grito que se encerraba en mi mismo.
A la mañana siguiente tuve un poco mas de fuerzas, baje a desayunar con mis padres y les conté ahogandome de dolor lo que había pasado, les dije que tenia que volver, ellos dijeron que era una locura, pero les recordé que Miranda de cierta forma había desaparecido por mi culpa y que me pedía ayuda en sueños, les pregunté: — ¿que pasaría si la que hubiese vuelto fuera ella? Y que no la dejaran volver para saber de mi. Lloré de rabia y de trsiteza y ellos entendieron lo que pasaba, dijeron que avisarían al padre de Miranda y que iríamos todos juntos a buscarla, les agradecí y me retire sin probar bocado.
Ellos telefonearon al padre de Miranda, quien acudió de inmediato a nuestra casa, cuando me vio se me fue encima y comenzó a gritarme, mi padre intervino, me lo quito de encima y lo hizo entender que yo quería buscar a su hija, no fue fácil y entiendo perfectamente su posición, acabamos todos llorando, mientras yo le prometía que la encontraría.
Totalmente Chica Verde ^.^
Festejando el primer mes de vida del blogs hoy 3 x 1
Excelente día mundo entero. Espero sea de su agrado. Gracias por su compañia.
