martes, 5 de mayo de 2015

El guardian del zafiro (VII)

Solté el cajón que al contacto con el piso también se rompió y después hubo un gran silencio, me arrincone temblando poco a poco al extremo mas cercano a la puerta y espere no se cuanto tiempo incluso mis piernas se empezaron a entumir, el silencio se hacia cada vez mas abrumador, pasaron tal vez un par de horas, hasta que decidí tratar de escuchar de nuevo detrás de la puerta, cuando llegue, apenas hice contacto y se entreabrio, las dudas de nuevo por todos lados ¿pero cómo si estaba bajo llave?... 

Retrocedí, nada pasaba, tome valor, abrí la puerta que rechinó agudamente como un quejido, no se veía nada ni nadie, me asomé por una rendija, era un largo pasillo y al parecer unas escaleras al final del mismo, espere un poco más y después me decidí a salir de ahí al paso que mi cuerpo me lo permitía, las paredes tenían un terminado de madera igual que el piso, estaba un poco oscuro, solo una lámpara de pared al final del pasillo junto a las escaleras era lo que iluminaba el lugar.

Seguí avanzando confiado en que no había nadie en todo el pasillo, pero a medida que caminaba, sentía miradas sobre mi, sentía que las paredes tenían ojos, fue escalofriante llegar al final, desde lo lejos se veía algo colgado de la pared justo frente a la lámpara, no pide distinguirlo hasta que estuve ahí, era un espejo que junto con la lámpara custodiaban las escaleras, quise dar un paso más pero me atacó un gran mareo que me hizo casi caer, me incorporé sosteniendome como pude y al estar de pie nuevamente, en el espejo el reflejo de mi cara golpeada e hinchada de repente el de Danirha un segundo joven y otro vieja, me quede pasmado pero lo siguiente que ocurrió jamás lo esperé, la luz se apagó, se escucho que se azotaba la puerta de la habitación de junto a la que yo estaba, mi respiración se profundizó, la luz volvió a encenderse y pensé que alguien estaría ahí para acabar conmigo pero no habia nadie, volví a ver al espejo y ahora apareció el reflejo de Miranda con un grito rogando "ayúdame", su cara estaba casi blanca y sus ojos hinchados, instantáneamente desaparecieron y el espejo se cayó y quebró a mis pies, estaba aterrado nuevamente, casi no podía moverme de la impresión, mi respiración se hizo mas rápida y caí de rodillas, las escaleras estaban cubiertas por una alfombra gris que parecía llevaba años ahí y a la mitad de la escalera habia otra ventana, me reincorpore, lentamente baje lo mas silenciosamente que pude, pero lis escalones también de madera estaban apolillados y tambirn rechinaban, tarde poco en llegar a la ventana, que tambien tenia una cortina pero mas vieja y desgarrada, la levante de una orilla, ya era tarde y pronto comenzaría a oscurecer, tenía que salir de ahí como fuera posible, pero... Miranda en el espejo... Probablemente la habia alucinado efecto de lo que me habían dado a tomar todo ese tiempo, así que seguí tratando de bajar las escaleras, la puerta que antes se azotaba ahora lo hacia con mas fuerza; desde mi ubicación podia ver la puerta principal, a sus lados otras dos ventanas, no había muebles en este lugar a excepción de un sofá teñido de sangre frente a la puerta y una pequeña mesita de cedro ovalada con mucho polvo y algunas fotografias más encima, una de ellas de una niña y de otras mujeres que también portaban el zafiro, vi también otras dos puertas, una parecía conducir a una cocina y otra a una habitación más.

Termine de bajar al no ver a nadie, el ruido de arriba cesó y me asome por una de las ventanas, no se veía mas que el paisaje desierto que conducía al lago, tome valor, al agarrar la cerradura de la puerta que seria mi escape, se dejo escuchar un grito aún más aterrador y escalofriante que los anteriores, un grito que casi me saca el alma del susto, ahora el grito provenía de la habitación que estaba a escasos metros de mí, podía escuchar como los latidos acelerados de mi corazón resonaban por todo el lugar, volví a recorrer con la mirada todo lo que me rodeaba esperando que mis ojos se encontraran con cualquier persona o cosa indescriptible, pero no hubo nada de eso, tome con rapidez y todas mis fuerzas la perilla y al abrir sentí un jalón hacia adentro de la casa pero aún con esto salí corriendo lo más lejos que pude que no fue mucho porque escuche que alguien o algo se acercaba, encontré unos arbustos cerca y pude esconderme entre ellos a observar aterrado lo que pasaba...

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