La habitación se tornó congelante y la pared de donde provenía esto era en en la cual estaba la fotografía del padre de Danirha, al acercarme descubrí algo que no esperaba, el hombre en el retrato era el mismo con el que nos ocurrió el accidente.
Ya no sabia ni que pensar, mis nervios, miedo, dudas no me dejaban razonar claramente, aún con mi temor, me dirigí a tratar de escuchar tras la puerta; cuando estuve muy cerca antes de ponerme sobre ella, dieron otro gran golpe justo donde pondría mi oreja y trataron de abrir girando la perilla para mi suerte que antes era desgracia, la puerta tenía llave, pero todo eso provocó que casi se detuviera mi corazón, me dirigí de nuevo a la ventana con la intención de gritarle a la mujer que me ayudara, pero ya no estaba, no sabía si era mejor gritar o quedarme callado.
Pise los restos del jarrón que crujieron con un eco tal que comenzaron a golpear y a empujar la puerta tratando de abrirla, eso acompañado de esos gritos que me volvían loco, me estaban matando de miedo, busque con desesperación algo más con que poder quebrar el cristal y con mucho esfuerzo saqué un cajón del mueblecillo, me acerque para ver que posibilidades tenia de lograrlo, entonces sentí nuevamente un escalofrío recorriendome, cortó de tajo la ventana y una sombra estaba posada frente a mi, mis sentidos se destrozaban de miedo, enmudecí, di un paso atrás y resbale con el liquido que antes derrame al piso para usar el jarrón, la sombra dio un tremendo salto desvaneciéndose, pero antes de que esto pasará pude ver algo que me dejó aún más frío...
Aquella sombra llevaba puesto el zafiro que Danirha posaba de su cuello...
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