Bastaba ver sus ojos endemoniados de rabia para saber que no se podría llegar a nada, el fulgor de sus palabras ancladas a un par de motivos era inmovible.
A pesar de las dificultades marcadas por un mal camino tomado por ambas partes, en su interior se preguntaban por que discutían.
Emitían en el aire una mancha negra y una blanca que querían mezclarse logrando una armonía, más no lo lograron por un orgullo de hierro.
A su alrededor hubo algo que parecía llenarlos de sentimientos con altibajos, emociones potencialmente energéticas que podían percibirse y buscaban entablarse una con la otra, pero el ángel malvado observaba desde lejos sonriendo satisfactoriamente de lo que estaba presenciando; el luminiscente luchaba por evitar aquello, pero en esa ocasión, debilitado por la batalla, tristemente fue derrotado.
Totalmente Chica Verde ^.^
Lectura de jueves, bienvenidos y gracias por compartir conmigo. Saludos Estados Unidos, Alemania y Rusia.
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