El guardian del zafiro (tercera parte VII)

Tuvimos que volver al pueblo a comprar algunas cosas que se me habían olvidado, entramos a la tienda, Daniel estaba con su esposa y sus hijos, los niños invitaron a Danirha a jugar mientras yo hacia las compras, le dije que no se alejara y la esposa de Daniel dijo que los cuidaría, tomé las cosas que necesitaba y le di tiempo de jugar a los niños mientras me ponía al día con Daniel, pasados unos 20 minutos de charla le dije a Daniel que no quería llegar muy tarde a casa, llamé a Danirha, nos despedimos de todos y salimos; por alguna razón sentía que me observaban desde algún rincón, pero le dejé eso a mi imaginación y subí al auto con mi hija y mis cosas.

Danirha iba feliz por haber podido jugar con los hijos de Daniel, me contaba todo lo que corrieron y se divirtieron.

Todo transcurrió normalmente por días, después volvimos al pueblo porque comenzó la feria y quería sorprender a mi hija, su carita se iluminó cuando llegamos y vio los Juegos mecánicos, a los vendedores de palomitas, de algodones de azúcar y los juegos de habilidad; nos divertimos por largo rato, después nos encontramos a Daniel y a su familia, nos invitaron a cenar en un puesto de tacos, mientras cenábamos alcance a ver pasar a la mujer misteriosa de la tienda pero se me perdió entre la gente, Danirha pidió el salero y al mismo tiempo Christofer el hijo más pequeño de Daniel lo tomó, Danirha lo miró fijamente y el niño comenzó a llorar y no se separó de su mamá, parecía aterrado ante la reacción de Danirha, nunca comprendí que había pasado. Cuando acabamos, ya era algo tarde, agradecí a Daniel y a su esposa y nos retiramos, volvimos al auto pero no encendió por más intentos que hice, tuvimos entonces que quedarnos en el único hotel que había en el pueblo que le pertenecía a la señora Juliana Navarrete.

Totalmente Chica Verde ^.^

Lindo viernes, un saludo a Estados Unidos, Rumania y al mundo entero desde México y bienvenidos nuevos lectores.