Fantaseaba sin parar con aquel momento de tenerla entre sus brazos y hacerla completamente suya, fantaseaba y planeaba, planeaba y disfrutaba de la sensación que le dejaba en sus pensamientos.
Veía pasar el tiempo habido de que al llegar el momento ella por fin le correspondería.
Miraba el calendario día a día, miraba su reloj hora a hora, marchaba de un lado a otro, resoplaba de impaciencia.
Le parecía increíble que al final de todo, él iba a ser el dueño de cada uno de sus despertares, de cada uno de sus anocheceres y motivo de cada una de sus sonrisas; y ella, ella le sería fiel al cruzar la puerta, no volvería a tener ojos para nadie más, la gratitud, el respeto y el amor los entregaría al único ser que creyó en ella y le prometió algo serio en un limite, tiempo y forma.
Totalmente Chica Verde ^.^
¡Gracias, buen jueves! ^.^ un abrazo desde México.
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