El sol arribaba con sus rayos más intensos, pero Dante no se apresuraba a pesar de ello, el camaleón podría estar en cualquier parte, tenía que ser preciso al observar, agudizar sus oídos al escuchar, ser silencioso al caminar y ser astuto al decidir algo nuevo en aquel amazónico lugar.
El sudor se apoderaba bestialmente su cuerpo, se quitó despacio la chaqueta quedándose en camiseta mientras los mosquitos le insertaban sus pequeños aguijones deleitándose de su sangre, pero, eso no le impediría avanzar.
Hambriento, se detuvo un momento, saco una manzana de su mochila y con la ayuda de su navaja comenzó a cortarla en pequeños trozos que masticaba lentamente; de repente un ruido lo interrumpió se acercaba un animal de gran tamaño y por los gruñidos que expresaba no se escuchaba de buen humor.
No había mucho donde esconderse, asi que lanzó con fuerza en dirección contraria el resto de la manzana para desviar la atención de aquel misterioso animal mientras pensaba que hacer, y asi fue, al mover algunas plantas por la caída entre estas, se escucho a aquella presencia alejarse saltando rápidamente en busca de lo que lo hubo provocado.
Totalmente Chica Verde ^.^
¡Bella tarde! Saludos domingueros.
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