viernes, 21 de agosto de 2015

Lo besé.

Besé sus miedos y su veneno,
besé parte de su interior y conocí sus metas,
besé también sus penas y sus alegrías,
 y éstas últimas hicieron que todo valiera la pena,
 me encontraba en el jardín de su casita
y su casita era su ser mismo, cuando llegué estaba todo en desorden,
 poco a poco fui acomodando cada pieza en particular de lo que era,
 por fuera era hermosa la fachada,
perfecta, ningún detalle se le escapaba,
 parecía una mansión decorada al estilo francés,
era una casa única y me invitó a pasar mas de mil veces,
cuando me fui, hube dejado muy limpio y arreglado todo,
pero, muy pronto pareció haber pasado un torbellino,
 que sacudió los libros y las flores tirandolas al piso,
que mezclo las letras con la tierra y el café lo regó por todas partes,
 rompió la tetera con tal fuerza que los pajarillos se escondieron dejando de cantar,
cuando volví, sentí tristeza,
vi con mis propios ojos a las palabras que lloraban en el césped dando su último suspiro,
 las recogí con cuidado y espere a que murieran,
 junté entonces las flores y las separe de la tierra,
 hice pequeños agujeros en la tierra y sepulte cada palabra,
 puse sobre cada tumba a modo de lapida los cuerpos de los libros que yacían vacíos
y sobre estos acomodé las flores;
entré a la casa, limpie el desorden nuevamente,
 compré una nueva tetera y preparé té de canela aquella tarde,
me senté con mi tristeza y sorbiendo de a poco aquella infusión,
silbé una canción que le llegó al alma.
No quiero volver a marcharme, no lo haré,
cuidaré de su casa, mi casa, el tiempo que sea necesario.

Totalmente Chica Verde ^.^
Twitter: @dorantes_zayda

Compartiendo con ustedes una mis favoritas ^.^ ¡gracias a ti que estas en un rincon del mundo leyéndome! Pasa un grandioso día, un feliz fin de semana, un abrazo hermanos y bienvenidos nuevos lectores ^.^

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