domingo, 2 de agosto de 2015

Hipofrenia.

Los primeros rayos del sol entraban por mi ventana y atravesaban la cortina color rosa, abrí los ojos y pude verlos tocando mi rostro; su mensaje era "despierta ya", respiré tan profundamente como mis pulmones me lo permitieron, me estiré de brazos y piernas suavemente para que todos mis músculos se acomodaran para levantarme.

La mañana era muy fresca, retire las cobijas y me puse de pie buscando las pantunflas, caminé e hice a un lado las cortinas, el frío matutino al abrir la ventana no se hizo esperar erizando mi piel que sólo cubría un delicado blusón beige de dormir.

Lo único que me acompañaba esa mañana era un sentimiento de incertidumbre, resoplé haciendo a un lado el cabello desenmarañado que caía sobre mi cara, fui al baño y me miré al espejo, mi rostro se veía cansado, cansado de interrogarme a mí misma cosas que sólo otra persona podía responder y que no lo hacía, exhalando dejé escapar el aire que sostenía, hice un par de movimientos buscando un peine, desenredé el cabello, tomé una liga y lo sujeté; lavé mis dientes, mi cara, me sequé y al terminar me di cuenta de que esos días no serian fáciles.

Fui a la cocina, tomé un vaso de jugo de naranja, repetí el lavado de dientes en el baño, después me devolví al cuarto, busqué la ropa adecuada y me preparé para salir a correr, música y mis llaves, todo lo que necesitaba en ese momento, pero, en cuanto puse un pie fuera de casa no tenía nada de ganas de correr, caminar era la opción mas adecuada, caminé pues despacio, al cabo de un rato me di cuenta de que habia ignorado a cada persona que me saludó en el camino, me reprobe un poco esa actitud pero seguí de frente.

Caminé hasta encontrarme en aquel semi paraíso rodeada de grandes y frondosos árboles, el aire se torno un poco mas pesado pero muy agradable, me senté bajo uno de ellos pensando ¿qué me sucedía?, ¿por qué estaba hasta cierto punto torturándome así? después de todo yo no tenía la culpa.



Escuchaba "Bring me to life" de evanescence, cerré los ojos unos minutos meditando, cuando los abrí, un trío de mariposas revoloteaba frente a mí, bailaban y se mecían de un lado a otro sin parar, me quité los audífonos y el silbido de un pajarillo me robo la atención recordándome hermosos momentos en ese mismo lugar al lado de esa persona que me hacía pensar tanto; el pajarillo emprendió el vuelo y las mariposas se alejaron también, estaba sola en aquel lugar, me acomodé de nuevo los audífonos y mirando las ramas moverse me perdí en mi mente en blanco, respirando suavemente, el sentimiento seguía ahí, pero estaba muy relajada y sabía que tarde o temprano, obtendría la respuesta que necesitaba.

Totalmente Chica Verde ^.^

¡Feliz domingo, gracias por su compañía! Espero la lectura sea de su agrado, les envío un abrazo y un saludo y bienvenidos nuevos lectores.

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