martes, 29 de septiembre de 2015

El guardián del zafiro - El sueño de Miranda (IV)

Mientras caminábamos Danirha se desvío hacia el lago, yo iba más o menos un metro tras ella, se dio la vuelta, volvió donde yo estaba, me tomó de la mano, me miro y me dijo: "vamos, te mostraré el lago, es hermoso, aquí es uno de mis lugares favoritos para jugar, el siguiente es la casita del árbol que me construyó mi padre, pero, me gusta más estar aquí"; sonriendo le dije vamos pues, las flores parecían abrirnos el paso, cuando estábamos por llegar al lago ella me soltó y se adelantó, yo corrí tras ella, al llegar ella estaba agachada viendo al fondo, después se levantó y corrió por la orilla dando bronquitis y cantando una canción que no recuerdo, el agua era tan cristalina que podía verse el fondo, pero lo que vi la segunda vez que me asomé hizo que diera un gran salto hacia atrás lo que provocó que cayera de espaldas y asustada, pues de repente al estar viendo las plantas que crecían bajo el agua y los pequeños peces con cola dorada que nadaban a gusto, me incline y vi mi reflejo, pero al poner mas atención al fondo vi a una mujer que estaba ahí viendome y tratando de alcanzarle con la mano, su aspecto era terrible como si llevara muerta varios años, sus ojos totalmente blancos profundizaban en mí, yo estaba horrorizada y cuando intentó alcanzarme fue que me lance asustada hacía atrás, al caer me lastimé un poco la espalda con una piedra y entre tanto no me di cuenta cuando Danirha dejó de cantar, de hecho al levantarme ya no estaba a mi vista, pensé lo peor, que ella se había asustado de igual forma y caído al agua, me daba mucho miedo volver a asomarme pero aun así lo hice, la buscaba pero no la veía, camine por la orilla sin éxito y tras unos minutos ella volvió a tocarme la cintura con su manita helada riéndose, casi caigo al agua mientras gritaba asustadísima, le dije que no volviera a hacer eso y después la tome de la mano, diciéndole que mejor fuéramos a su casa que era peligroso jugar en la orilla del lago, que podía caer ella sonrió, me dijo que estaba bien y caminamos hacía su casa, yo no me atreví a echar otro vistazo preferí caminar de frente; Danirha cantaba y cantaba, a cada paso que dabamos a su casa sentía que apretaba más mi mano y cuando llegamos ella gritó: ya llegamos", la verdad no se si lo gritaba para nosotras o para alguien más, el sueño pasaba de darme pequeños escalofríos a darme un poco de miedo, incluso intente despertar pero no funcionó asi que el siguiente paso era dar un vistazo a la casa de Danirha.

Totalmente Chica Verde ^.^

¡Buen día! Gracias ^.^ un abrazo a cada rincon del mundo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Se aceptan solo comentarios constructivos. Los que sean ofensivos podrían ser eliminados.