Temeroso.

Estaba asustado entre los matorrales, entre la oscuridad solo se apreciaban sus amarronados ojos que parecían resplandecer con el brillo que proyectaba la luna en los charcos de agua que había dejado la reciente lluvia, estaba mojado, temblaba de frío, trataba de hacer el menor ruido posible mientras caminábamos frente a él.

Aún recuerdo la tristeza que reflejaba su mirada, aún recuerdo también como retrocedió sacudiéndose como gelatina cuando trate de alcanzarlo con mi mano y después cuando pude tocarlo y acariciar su cabeza, cuando vio que no habia peligro ni nada que temer, movió su colita, se acercó poco a poco y emitió unos casi silenciosos chillidos como preguntándome, ¿Por qué mis dueños se han ido?, ¿por qué me dejaron aquí?, ¿les habrá pasado algo?, ¿es acaso qué ya no me quieren porque mordí fuerte la pantufla?, ¿me vas a ayudar?... Entre tanto pequeño ruidito y teniendolo ya fuera del matorral me saque la chamarra y lo envolvi en ella, lo cargué buscándole alguna plaquita con su nombre y no encontré nada, lo lleve a casa mientras sus dulces ojos no me perdían de vista y su cuerpo se tambaleaba a momentos por el frío.

Después de anunciar por todos lados que lo habia encontrado, sin respuesta alguna, decidí que sería parte de la familia, pero, todo integrante de la familia tenía un nombre, él debía llevar uno también, lo pensé mientras lo veía dormir plácidamente en su nueva camita, recordé el día que llegó a mi vida y así fue como lo llamé temeroso porque fue así como lo dejaron en aquel parque; ahora temeroso es el más valiente de la casa, nos avisa de cada cosa que escucha y ve sin que nos demos cuenta, y nos defiende a capa y espada cuando algo no anda bien, pero aún así no le cambiaría el nombre.

Totalmente Chica Verde ^.^

  ¡Hermoso martes hermanos lectores! Bella tarde, gracias infinitas por estar aquí les mando un cordial abrazo, saludos especiales a Estados Unidos, Francia e Italia y saludos a todos los demás también, pasen una agradable tarde y bienvenidos nuevos lectores.