jueves, 5 de mayo de 2016

Matías y el fin.

Se encaminaba cada día a una nueva aventura, le gustaba explorar cada rincon y cada vez, las cosas que veía a menudo le parecían aburridas y optaba por llegar más lejos, sus metas eran de conocimiento empírico nada científico, no conocía más mapa que los que él mismo, en su diario caminar iba fabricando en su memoria.

Pasó meses yendo de aquí a allá, de norte a sur y de este a oeste en una ruta distinta según el clima; una de esas mañanas caminando hacía el oriente, el cual era uno de sus nuevos retos, encontró algo que le pareció mágico a sus ojos, su cuerpo no le permitió caminar  más, pero su espíritu si podía apreciar más, mucho más desde donde estaba, apenas tenía fuerzas para regresar, su cuerpo adolescente se había cansado, recorrió más de 200 kilómetros sin detenerse en aquella ocasión, se detuvo, sus ojos brillaban con sed de seguir avanzando, se veía un pequeño punto en el horizonte en el que parecía que había un fin, se alcanzaba a ver como las nubes rozaban el piso, como el extremo del fin del mundo si el planeta fuera plano; Matías quería ir a allá, ver por sus propios ojos como era el fin, pero cuando viajaba con equipaje, con alimentos o bebidas para aguantar, nunca llegaba.

Matías hizo una promesa, por el momento no podía hacer más esfuerzo, pero trabajaría duro entrenándose un año para poder, al llegar febrero, conquistar su nuevo reto. Mientras exploraba pequeñas distancias a otros rumbos, pasaron las semanas, convirtió la totalidad de rutas a su alcance en eso, en suyas, sólo faltaba el fin, el día 3 de febrero se levantó aún de madrugada, tomó un par de cosas, ya aguantaba más peso, miro de frente su promesa y en su mente llevaba su objetivo, "llegar al fin"; cada vez que avanzaba parecía que el punto se alejaba más y más pero eso no le importó, Matías caminó por días tomando pequeños descansos, hasta que una mañana se vio tan cerca que no podía creerlo, alegre, tiró su mochila al piso, sacó fuerzas de emoción y corrió hacia el fin... Matías fue muy feliz aquel día, sus ojos brillaron con más intensidad que las veces anteriores, se detuvo, había llegado al fin, abrió más los ojos y lo que vio fue que... el fin, no era el fin, era el principio de un hermoso Valle lleno de vegetación, colores y una nueva aventura por comenzar.



Totalmente Chica Verde ^.^

¡Hey hola, un poco más! Si, un poco mas para el fin de semana, ¡Gracias por su compañía, linda noche! Les deseo un muy lindo día, abrazos desde México ^.^

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