Conforme pasaban los días se iban apagando poco a poco las ganas de verle.
Entre más pasaba el tiempo sus deseos se iban acabando, era como si se extinguiera el oxigeno hasta que ya no hubiera nada para llenar sus pulmones y pronto llegaría el punto trágico donde se colapsarían, donde los ojos se cerrarían y no podría ver más, el punto aquel donde el cerebro deja de funcionar y el corazón de latir.
El motivo iba desvaneciéndose entre pestañeo y pestañeo, la esperanza parecía estarse perdiendo por exceso de confianza en un ambiente húmedo y nublado.
Totalmente Chica Verde. ^.^
¡Buenas noches a todos! Gracias por sus minutos, les deseo un buen y confortante descanso, saludos.
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