No basta con estar al otro lado del teléfono bajo el pseudo titulo de papá o mamá, se necesita de la presencia, del beso diario de buenos días o buenas noches, del regaño o felicitación en vivo y a tiempo.
No basta con enviar dinero ni con enviar fotografías para decir estoy vivo.
No basta con alardear de los derechos que podrían corresponder, ni con el sabor de los detalles que no podrás entregar en persona.
No basta con estar entre sombras, sino se necesita del cobijo en las siestas por la tarde, de los primeros auxilios de las rodillas raspadas, del consuelo del llanto con un abrazo.
No basta con renombrarse al cuestionamiento de los amigos, ni llenarse la boca con los últimos festejos familiares de los domingos, no basta con enmudecer ante los secretos que se han dejado descubrir sino el consejo para que se pueda salir adelante.
No basta con nada de eso porque a eso no se le llama ser padre o madre sino que es ser espectador sanguíneo.
Totalmente Chica Verde 💚
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